La limpieza facial es un tratamiento cosmético básico que se realiza para mantener la piel limpia, saludable y libre de impurezas. Consiste en una serie de pasos o protocolo, diseñado para limpiar profundamente la piel, eliminar el exceso de grasa, suciedad, células muertas y otros contaminantes que pueden obstruir los poros y causar problemas como el acné y la opacidad de la piel.
La limpieza facial al igual que todos nuestros procedimientos, se personalizan a cada uno de nuestros pacientes.
Los pasos incluyen:
- Superficial: Se aplica un limpiador suave en la piel para eliminar el maquillaje, el exceso de grasa y las impurezas superficiales.
- Exfoliación: Se utiliza un exfoliante suave para eliminar las células muertas de la piel y mejorar su textura.
- Vaporización: La piel se expone al vapor para abrir los poros y facilitar la eliminación de impurezas.
- Extracción: Si es necesario, se realizan extracciones manuales o con herramientas especiales para eliminar los puntos negros y las impurezas más difíciles de alcanzar.
- Mascarilla: Se aplica una mascarilla adecuada para el tipo de piel del paciente para calmar, hidratar o tratar problemas específicos como el acné o la opacidad.
- Hidratación: Se aplica un humectante ligero o un protector solar para proteger y nutrir la piel después del tratamiento.